
Sinopsis
Manuela, el vuelo infinito cuenta la tragedia Manuela Vos, deportista, madre, flautista, amiga, que un día de julio de 2021 se precipitó 30 metros al vacío colgada de una cuerda a 250 metros de altura mientras escalaba en las Agujas de Tajahierro, Fuente De, en los Picos de Europa. Y lo hace ella misma en el escenario. Su valentía, su manera de afrontar la tragedia, inspira esta pieza de teatro poético y documental, con el objetivo de reflexionar sobre la mirada de la sociedad al colectivo de las personas con discapacidad en particular, y a los que son distintos en general. Hoy Manuela Vos es historia de España: es la primera mujer en ganar una medalla de oro en el campeonato del mundo de handbike del deporte paralímpico español. Es un ejemplo de esperanza que, sin embargo, tiene serias dificultades para moverse por ciudades que distan mucho de estar adaptadas. Su historia es un ejemplo, sí, pero, y sobre todo, una metáfora de otras muchas historias de personas que sufren discriminación por ser distintos.
Interés social y cultural de la obra
Esta propuesta teatral acompaña a Manuela en su emocionante aventura de vida, esfuerzo y pasión y en cierto modo es una metáfora de la sociedad contemporánea: en la creación de la pieza y en el diseño de su posterior gira, se han tenido que solventar dificultades similares a las que encuentra Manuela en su día a día, pues si en ocasiones la vida no está diseñada para las personas con discapacidad, mucho menos lo están los escenarios y camerinos de los teatros, los hoteles, los transportes…
La cultura, como paradigma, es indescifrable, al menos hasta que se manifiesta. Es entonces cuando se mide el impacto, y por tanto, su valor. A priori, Manuela cuenta con un argumento de enorme potencia en cuanto a ese valor: el tema. La historia de Manuela nos coloca frente a un espejo que nos interroga sobre, no ya su discapacidad, sino sobre la diferencia en general, y la manera en que la sociedad atiende estas situaciones. “Contar historias supone un acto de resistencia contra un modelo unívoco de la discapacidad” (Clifford, 2017).
La mirada distinta, extraña, sobre los colectivos de personas con capacidades distintas hace que olvidemos que esa mirada se repite sistemáticamente ante lo diferente, bien sea esto el exceso o la falta de pelo, la estatura, la hipotética belleza… La igualdad de oportunidades debe ser algo más que una utopía para los y las ciudadanas pertenecientes a colectivos en peligro de exclusión.
En cuanto al valor social estamos realizando una producción inclusiva, es decir, cuenta con una artista con discapacidad física severa (gran invalidez) como protagonista del reparto y, por tanto, pone en valor a un colectivo social silenciado.